En el primer editorial de esta semana, El Ciudadano hizo un rápido resumen de cómo se llegó al punto actual del diálogo, para concluir que el gobierno necesita tiempo y sabe que si se mide “está raspado” por eso buscó a unos señores ex presidentes y al Santo Padre que está en Roma, “una cosa es la iglesia venezolana y otra la de El Vaticano”. Al final, dice Leopoldo Castillo, “el gobierno ganó tiempo, el CNE se va de vacaciones, el gobierno vende arbolitos, hallacas, adelanta la Navidad, vienen gaitas villancicos y el cuento se acabo” Pero cree El Ciudadano que no se ha acabado y asegura que viene una confrontación sistemática y se agravarán las colas porque la escasez no va a acabar, por eso aseveró que todo esto ha levantado un dejo de sospechas sobre algunos representantes de la oposición, mientras que los cubanos insisten en el esquema, “hazlos débiles y te mantienes duro”. Para Castillo aunque la población se siente decepcionada, abandonada, traicionada, la presión va a persistir, “Los tiempos vienen tormentosos, se oyen los truenos a pesar del silencio…por eso el parto va a ser más doloroso y la gran salida pacífica y constitucional era el Referéndum Revocatorio”
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